Como ya se está acercando Diciembre, estoy recordando que el año pasado prometí no volver a participar en el intercambio navideño del trabajo, y la sencilla razón es que, mejor evitaré gastar.
A lo largo de los años mis experiencias en los intercambios navideños, han sido muy variadas; desde satisfactorias,otras indiferentes, hasta las que me han dejado con una incógnita: ¿Y ésto para qué? Y aunque la participación en el intercambio del trabajo es voluntaria, yo como organizadora me siento obligada a "embarcar gente" y a participar en congruencia con decir y hacer.
No entiendo por qué al platicar de los intercambios navideños existe la mayoría de la gente, que está insatisfecha y que ya no participa argumentando que ellos se esmeran en dar un buen regalo y siempre les dan un obsequio sin ninguna utilidad, que no es de su agrado, y que a fin de cuentas terminarán regalando ellos a su vez en otro intercambio. Si así fuera y todos nos esforzáramos en dar un buen regalo, todos quedaríamos felices y contentos.
Recuerdo que uno de tantos intercambios, quien me iba a regalar llegó y me dijo:
-Me tocó regalarte ¿Qué te gustaría que te comprara?
-Un perfume.
Lógicamente no iba a pedir un perfume caro que venden en los almacenes de prestigio y que son una delicia por cierto; lo que estaba pidiendo, era un perfume de una tienda departamental, y en las que puede encontrar aromas agradables.
Pues llegó la hora del intercambio, y me regaló un perfume que tenía un aroma exquisito y el cual usé por varios días...Hasta que me di cuenta en letra chiquita que decía: For Men.
¡For Men! el señor que dejó como siempre todo para último momento, tuvo una hora para buscar mi regalo, y no se tomó la molestia para comprobar que el dichoso perfume fuera para mujer.
A fin de cuentas el que salió ganando en dicho intercambio fue mi hermano, quien terminó usándolo.
Recuerdo esa anécdota muy divertida. jijijiji
A lo largo de los años mis experiencias en los intercambios navideños, han sido muy variadas; desde satisfactorias,otras indiferentes, hasta las que me han dejado con una incógnita: ¿Y ésto para qué? Y aunque la participación en el intercambio del trabajo es voluntaria, yo como organizadora me siento obligada a "embarcar gente" y a participar en congruencia con decir y hacer.
No entiendo por qué al platicar de los intercambios navideños existe la mayoría de la gente, que está insatisfecha y que ya no participa argumentando que ellos se esmeran en dar un buen regalo y siempre les dan un obsequio sin ninguna utilidad, que no es de su agrado, y que a fin de cuentas terminarán regalando ellos a su vez en otro intercambio. Si así fuera y todos nos esforzáramos en dar un buen regalo, todos quedaríamos felices y contentos.
Recuerdo que uno de tantos intercambios, quien me iba a regalar llegó y me dijo:
-Me tocó regalarte ¿Qué te gustaría que te comprara?
-Un perfume.
Lógicamente no iba a pedir un perfume caro que venden en los almacenes de prestigio y que son una delicia por cierto; lo que estaba pidiendo, era un perfume de una tienda departamental, y en las que puede encontrar aromas agradables.
Pues llegó la hora del intercambio, y me regaló un perfume que tenía un aroma exquisito y el cual usé por varios días...Hasta que me di cuenta en letra chiquita que decía: For Men.
¡For Men! el señor que dejó como siempre todo para último momento, tuvo una hora para buscar mi regalo, y no se tomó la molestia para comprobar que el dichoso perfume fuera para mujer.
A fin de cuentas el que salió ganando en dicho intercambio fue mi hermano, quien terminó usándolo.
Recuerdo esa anécdota muy divertida. jijijiji
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