Una vez el gerente de la empresa donde laboro, dió a todos la instrucción de que los regalos que acostrumbran entregar los proveedores, por la temporada navideña, fueran entregados a la Gerencia y él decidiría el destino de los mismos.
Pues uno de mis proveedores me entregó 2 calendarios de escritorio, los mismos que presenté a la secretaria de la gerencia.
Ella le comentó al gerente de los regalos que me habían llegado, y el gerente no pudo evitar reírse; y le aclaró a su secretaria, que no se trataban de esos regalos, sino regalos más costosos.
Así que me los regresó y aquí tuve mi calendario de escritorio por todo un año.
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